domingo, diciembre 23

Apuntes para una cena navideña

Este año nos ocuparemos de la cena navideña mi amiga y yo, para la cual nos hemos planteado hacer sólo recetas nuevas, entre ellas:

tapas: crema de alcachofa con queso y tortillas crocantes de maíz, judías verdes con cremita o empanadas de porro, prosecco...

para la cena:
lomo de cerdo al horno, relleno con frutas secas
vegetales al horno
puré de chirivía
habichuelas (petit pois) con mantequilla y eneldo
borsht (sopa de remolacha)
ensalada de rúcola con nueces y miel

de postre:
panettone
café, té

Pensaba hacer además una polenta de castañas, si encuentro la harina de castañas, o bien el turrón, quizás los marrons glacés....pastel de manzana con aceite de oliva.....voy en busca de más recetas!

Feliz Navidad y hasta pronto,
A.

lunes, diciembre 17

¡No te empaches!

Acabo de leer una cantidad de recetas aquí, y creo haberme engordado dos kilos sólo al verlas.

¿O será por lo que hemos comido y bebido en estos días en nuestra casa?, tipo: el panettone, el kir royale, torta vegetariana de espinacas, el mazapán cubierto de chocolate negro, tarta de manzana (un desastre en términos estéticos, pero nada mal en cuanto a su textura y sabor), el pollo tailandés con crema de coco y, en una ocasión, el pez espada con arroz y vegetales. Confieso que hemos comido bien y si volvamos a tener la oportunidad de repetir la experiencia, lo haremos sin vergüenza y con mucho gusto.

Aquí va la receta de la torta vegetariana:

-pasta para las tartas, o pasta hecha en casa
-300 gr de tofú
-150 ml de leche de soja
-4 cucharadas de sopa de aceite de oliva
-2 cucharadas de sopa de salsa de soja
-300 gr de espinacas cocidas
-sal
-1/3 cebolla picada

Preparación:

Primero, precalentamos el horno a 180o.

Luego ponemos 2 cucharadas de sopa de aceite de oliva con la misma cantidad de salsa de soja en un bol bastante grande. Añadimos al bol el tofú y lo mezclamos con la leche de soja hasta que el tofú quede despedazado y bien mezclado con los demás ingredientes.

En una sartén, sofreímos la cebolla picada y agregamos las espinacas. Sazonamos la mezcla con sal y la transferimos al bol con el tofú. Mezclamos bien el conjunto y lo vertimos en la pasta para la tarta.

Dejamos cocer al horno la torta durante 15 minutos y la dejamos reposar unos minutos más dentro del horno apagado.

Es sorprendente la semejanza del sabor de esta torta a un quiche, aunque no lleve huevo ni queso. Lastimadamente, se me olvidó de nuevo hacer una foto de esta misteriosa torta que debería ser llamada tarta, pero que por influencia de otra receta que me dio una amiga (de otra tarta salada, que se llama torta), se llama así.

¡Buen provecho, y hasta la próxima!

viernes, diciembre 7

Comida rápida, entre comillas y tantos comilones

Llega el esposo a casa, cansado después de haber pasado una jornada intensa y al entrar en la cocina choca con un tornado de palabras y frases incomprensibles: es que hoy no estamos para cocinar, pero hay que comer, si no este tornado empezará a escupir fuego y ceniza.

Nuestro remedio para tales ocasiones: la pasta in bianco, o sea, los espaguetis o --como fue el caso esta noche--los espirales, cocidos en agua salada y, luego de ser escurridos, preparados con aceite de oliva virgen extra y queso parmesano rallado al momento de servir. Para tapar el hueco antes de preparar la pasta: una lata de atún mezclada con un aguacate maduro, y sazonado el conjunto con salsa de soja y una pizca de semillas de sésamo, y servido con unas galletas crocantes.

Ni siquiera nos dio tiempo de preparar una ensalada. Mañana, dijimos, y mientras, preparamos el chocolate caliente que nos había regalado nuestro amigo, un foodie incansable, y escuchamos unas poesías en la radio.

Así que, mañana habrá tiempo para la ensalada.

miércoles, diciembre 5

Lentejas - estofado

Ésta es la receta de algo que por poco tiré a la basura. Y eso que me da tanta pena cuando oigo hablar de la amiga de un amigo, buenísima artista culinaria (decir que es buena cocinera no dice nada, por lo que entiendo) , que si la receta no le sale como ella quería, lo tira todo, aunque sea comestible. No......eso, no. Por eso no trabajo en la industria alimenticia, sino que cocino lo que puedo y cuando puedo y lo que me dé la gana, y todo esto ¡en mi propia casa!

Entonces la receta:

Ingredientes:
1/2 cebolla picada
un manojo de champiñones, cortados en láminas finas
1 lata de tomates (los que usé tenían ajo y albahaca)
1 zanahoria cortada en juliana
consomé de pollo
lentejas
vino blanco para cocinar
sal
miel
curry
comino
canela marroquí
cúrcuma o turmerico
pasta casera

Preparación:
1. Rehogar la cebolla, la zanahoria y los champiñones.
2. Agregar las lentejas y bajar la temperatura
3. Añadir los tomates y mezclar bien el conjunto.
4. Verter en la olla el consomé de pollo y llevar a ebullición.
5. Sazonar con especias y herbas (usé además timo y albahaca)
6. Tratar de corregir el exceso de canela con un poco de miel.
7. Agregar más agua; hecho esto, salar de nuevo.
8. Ay caray esto tiene un sabor extraño...
9. Idea genial: echarle un poco de pasta, para absorber los sabores (del pollo con los hongos y el timo)
10. Añadir más agua.
11. Dejar cocer durante casi 2 horas a fuego lento.
12. Dejar que se enfríe.
13. Servir con pan y escuchar al marido que se ríe de mí cada dos minutos, comentando que le gusta mucho el estofado que, por alguna razón, quedó bien, aunque yo ni soportaba los olores que venían de la olla durante su cocción.

Para este sábado: aushuk, sin todas las salsas complicadas.

lunes, diciembre 3

Tartare de atún


A mí me seduce siempre la sencillez de algunas recetas. Tanto que disfruto casi más de pensar en hacerlas que de reproducirlas. ¿Para qué pedir la receta si, al final, no se repite en casa?

Bueno, interrumpo este preámbulo pre-receta para ir directamente al grano--o mejor dicho, a la semilla (de sésamo, para precisar).

Ingredientes:
atún crudo, de la variedad que se usa para preparar el sushi, cortado en dados
sal marina grande
media cebolla
pimienta blanca
semillas de sésamo (sin tostar)
aceite de oliva virgen extra

Preparación:
1. mezclar en un bol el atún crudo con los condimentos y la cebolla picada.
2. dejar reposar en la nevera unos veinte minutos antes de servir.
3. usando un bol pequeño, dividir el atún en porciones individuales y colocarlas en un plato dando vuelta a los boles (así se moldean las porciones)
4. rociar el tartare y el plato con más aceite de oliva; espolvorear el conjunto con semillas de sésamo.

sábado, diciembre 1

Distancias

¿Qué hacer cuando el sueño de una persona da fastidio o cansa a los demás?
¿Qué hacer cuando la experiencia suena como cinismo y cuando el entusiasmo se percibe como ingenuosidad?...cuando el choque entre la realidad y los sueños produce malentendidos e hiere la sensibilidad de algunas personas....

Pensemos en una receta adecuada para tales ocasiones:

Se me ocurre aquella de la tortilla española, porque
1. hay que romper cinco huevos (los números impares son una lata)
2. hay que cortar a trocitos-o a láminas finas- las patatas y cocerlas aparte
3. la tortilla se cuece primero a fuego medio alto, luego a fuego moderado
4. hay que darle vueltas a la tortilla hasta que quede dorada por ambos lados.

De otro modo, hay también discusiones que proceden más en la dirección de los huevos revueltos, el sushi (pescado crudo), o lo que sirven los restaurantes finísimos: tanta forma y tan poca sustancia.

Pero de todas formas, todo está bien lo que termina bien, así que pensemos en nuestra felicidad post-prandial y sigamos las recomendaciones del que tanto elogió la locura: <<¡salud, celebérrimos devotos de la Sandez, aplaudid, vivid y bebed!>>

sábado, noviembre 24

Un experimento en la cocina: estofado de seitán

La siguiente es la receta que inventé un día frío del pasado febrero, justo el día en que se nos rompió la calefacción. Mi solución: cocinar, cocinar, cocinar. A pesar de ser un plato vegetariano, es bien sustancioso, o sostanzioso--como dice mi esposo, y sirve para calentar, alimentar y hacer alegrarse a todos cuantos lo prueben.

Sin exagerar, ¿eh?

Los ingredientes son:
-1 cebolla picada
-1 tomate picado
-1 zanahoria, cortada a rodajas finas en sentido diagonal (bastante común, por ejemplo, en la comida china)
-setas cortadas en láminas finas
-1 cabeza de brócoli, cortada como sea
-1 lata de seitán, escurrida*
-un manojo de tortas de arroz, sumergidas en agua por media hora
-salsa de soja
-jugo de 1/2 limón
-una pizca de jengibre
-salsa picante

Para la preparación:

1. rehogar los vegetales en el fondo de una olla grande(yo uso siempre el aceite de oliva)
2. sazonar con salsa de soja, el jugo de limón y agregar un poquito de jengibre (lo suficiente para activar el metabolismo, pero no tanto como para poder sentir su sabor)
3. agregar las tortas de arroz, escurridas del agua en que estaban sumergidas; remover para que todo se mezcle bien
4. cubrir todo con agua y portar a ebullición, luego bajar el fuego y dejar cocer todo a fuego lento por media hora, removiendo de vez en cuando, para que las tortas de arroz no se peguen al fondo de la olla.
5. añadir una cucharadita de salsa picante (sambal, si se encuentra) justo antes de servir

*NB: si el seitán que se usa es casero, tiene que ser aliñado primero con salsa de soja, azúcar, vino blanco y un diente de ajo. Así no quedará demasiado soso en el estofado.

Buen provecho y hasta pronto
(es decir, hasta que yo me inspire para cocinar de nuevo).

*pd, hoy a falta de las tortas de arroz, voy a probar la receta con el tofu (o dúbu, en coreano) cortado a dados.

viernes, noviembre 23

Taci e mangia!

Que para ver que no todo es sentarse en la mesa y comer y vivir felices para siempre, basta leer algunos comentarios a este post.

A mí personalmente me ofende que uno diga que le gustan todos los asiáticos de igual manera que si uno dice que los chinos y los coreanos matan perros y gatos. Bueno, no todos lo hacen. Algunos incluso ¡los preparan en una salsa indescribible y los comen!

Pero ¿para qué hablar de prejuicios y la mentalidad cerrada de algunos si yo nunca he probabo la carne de perro y nunca he matado un gato? Aquí hay campo por cubrir, así que termino aquí esta discusión.

Entretanto, para parafrasear la famosa frase (versión doméstica) del iracundo monarca ibérico: -¡Cállate y come!

jueves, noviembre 22

Nuevo look, nueva perspectiva: lo que se perdió en el fogón



Hemos cambiado de casa...bueno, casi. Pinté las paredes, así que ahora LA Mango rojo (y no el, como sería natural suponer) habita una casa verde. "Verde que te quiero verde"...y en efecto, ¡es así! En la decoración de mi blog, sin embargo, he perdido un par de enlaces: muchos sobre el tema del mestizaje (coreano-americano, hawaiano-americano, etc.) o personas coreanas en la cultura americana: por ejemplo, Margaret Cho, o la poeta californiana Ishle Park, con las cuales no comparto nada, con la excepción quizás del vínculo étnico de nuestros antepasados habitantes de la península coreana, antes de que el mundo cambiara, para confundir para siempre lo de la identidad étnico-cultural. Pero, ¿quién sabe si jamás hubo esa mítica pureza de sangre, o si se inventó para....para quién sabe por qué? Mi propia madre me ha comentado una vez de una compañera suya de la escuela, "con ojos azules y la nariz parada...quizás no era de familia puramente coreana".

A mí, en este momento, no me importa. No porque no me importe precisamente, pero porque prefiero dedicarme al aprendizaje de cosas nuevas, en vez de indagar cosas viejas que no van para ningún lado. Yo me dedico a la cocina, porque allí encuentro una deliciosa confusión cultural y la bendición vegetal, animal, universal, qué sé yo, una verdadera fiesta de todo lo que nace, vive, ....y muere para nuestro bien alimenticio. En la cocina aprendo cosas de mis amigos, de mi cuñada/suegra (¿mi cuñagra o mi sueñada?--creo que el segundo suena mejor...) italiana, cosas que recuerdan el pasado coreano, y otras que redescubren un pasado desconocido que pertenece a otras culturas. En la cocina, me olvido de los conflictos y la tensión y pongo en orden el pequeño universo que se esconde en el frigorífico y en la despensa.

A ver qué secretos nos esperan allí!

lunes, septiembre 17

puentes

Seis hielos se derriten en tu whisky
-entre seis y diez cubitos-
En tu whisky, diez hielos se derriten.
Los que están pegados se desprenden, los otros
flotan: así es.
Al lado nos besamos y salimos
como podemos del invierno hinchado
por los noticieros climáticos
y los consejos maternos que
de chicos tragamos.
Lo más importante es el hielo:
se liquidiza, se desarropamos lento
con todo el tiempo a favor o con todo
el tiempo en contra/ la pared
nos mantiene afuera del pulso de los autos
nos sostiene el pulso vital, la pared.
¿Oís el cliclic de la arteria/ Oís
del hielo el cliclic? Son los puentes
de hidrógeno que refuerzan la unión
de agua y etanol cuando la temperatura
es justa: ni menor ni mayor. No me gustan
los chicos malos. Los chicos buenos no
me gustan. Estamos acá
el sillón nos arrullamos
nada nunca es demasiado fortuito/ (Nada
es demasiado esperado,
el frío era hostil). El hielo
se derrite a temperatura justa.
Los puentes de hidrógeno refuerzan la unión.

***

Imaginate: jugar al bowling
y que la bola nunca choque
contra los palos. Que no haya palos
y el andarivel siga hasta la luna
o hasta China. O poner en el Turbo
Pascal "cont= cont + 1 " y no
apagar la PC nunca más.
Hacer culipatín/estar parado
en un colectivo cuando frena:
el cuerpo sigue--> hacia delante.
O sellar todos los días papeles
iguales: uno-otro-otro-otro,
y también Altamira en un congreso:
"La izquierda Latinoamericana, hoy",
eso, ¿viste que siempre hay?
guerras glaciares flores abuelos
muertos: lo de siempre.

Pero no,

es otra cosa que más se parece
al scalextric y a los padres
cuando a la noche se acuestan y ven
televisión: la bolita de acero
en clase de física, tema
"Cinemática". Se mueve con
velocidad uniforme por un
camino de acero, también.
Cinemática, aceleración cero,
¿se entiende? Un cuerpo que sale
volando por el parabrisas
de un auto que chocó. Ir al trabajo
queriendo renunciar. Un péndulo.
Las bolitas de las oficinas:
golpeás la primera y se mueve
la última y después, de nuevo
la primera y así. Fuerza
de rozamiento = 0. Patinaje
sobre hielo. No es libertad,
no es libertinaje, tampoco.
Es peor, es el opuesto. Ser
un muñequito del Age of Empires,
algo así: una tortuga, o un
animal cualquiera, o una
bolita en clase de cinemática,
¿está claro? No es el Amor,
a lo que le tengo miedo.


Sol Prieto

lunes, julio 16

Mangorosamente harta

Ya sé, ya sé, que es rico conocer tantas culturas, y saber tantos idiomas, pero a veces, es cierto lo que dicen: "too many cooks spoil the broth". Habrá un dicho parecido en español?

Nos estamos reduciendo a hablar despacio, usar sólo palabras fáciles de entender, de tratar de negociar frases sencillas sin demasiados giros para simplificar lo que queremos decir y lo que pasa es que estamos traduciendo nuestros pensamientos de un registro a otro, dentro del mismo idioma, que para algunos es lengua madre, para otros no.

Entonces entre los registros, qué pasa? Que uno que otro adjetivo se desvía y queda enganchado entre un sustantivo de un registro y un verbo del otro. Menuda situación. Cómo coño se pretende comunicar una frase sencilla con un adjetivo torcido?

Lo que resuena al final es un caos de sonidos sin articular, matices borrados y un silencio que retumba.

Yo qué sé, por mucho que hable, al final, no digo nada.

jueves, junio 28

De vuelta

Vengo de un país que no entiendo, soy de un orígen que desconozco y cuando me dicen que escribo en español para recuperar una madre lengua perdida, quedo perpleja.
Cada palabra que escribo es un homenaje a todo lo que he experimentado en esta lengua, los bellos momentos que pasé con amigos muy queridos...y otros no tanto, pero bueno, es todo parte de una magnífica experiencia que ha culminado con mi relación con mi tésis de doctorado.
Debe ser magnífica esa experiencia, porque si no, no podría justificar algunos momentos de extrema ansia y de malestar físico y psicológico gracias a las condiciones de trabajo o al malhumor de algunos colegas.
Creo, sobre todo, que ser persistente tiene su precio.
Y, claro, tiene su premio también.
Ahora he vuelto, y es como si me hubiera ido de nuevo.
No de vacaciones, pero de vuelta.

sábado, mayo 12

Cerrado por vacaciones


Se me había olvidado lo fácil que es poner fotos en este blog. Buenas vacaciones.

miércoles, mayo 9

Para ir al grano

Nunca quise contemplar mi incómoda situación bicultural a través de otros puntos de vista extranjeros. Es que estando en un contexto internacional y selecto, puedo decir que para mí es normal que una coreana enseñe literatura rusa lo mismo que lengua y cultura hispanas, que venga al cafezinho un libanés armeniano trilingue y que la hija de una amiga nazca en Brasil para luego crecer en Italia, y que nuestro amigo italiano hable portugués continental porque una vez enseñó en un conservatorio en Portugal.

La variedad de materias corresponde también a esta diversidad cultural: informática, literatura, ciencias naturales, música, administración de empresa, y todos estos intereses importan poco cuando nos reunimos con copas y buena comida.

No es, sin embargo, un Edén, o como dicen en italiano, una "cuccagna", este ambiente multicultural y multidisciplinario. Estamos, al fin y al cabo, en la zona de los fanáticos de lo que llamaría el papa actual 'sectas' y un fundamentalismo que contrasta con el hedonismo desfrenado de los estudiantes universitarios. Estamos hablando de un mundo que pide etiquetas como parte del proceso positivista de catalogar todos sus virtudes y defectos. Como si se pudiera separar lo bueno de lo malo con tan sólo asignarles a las cosas un término.

Entonces, con una dosis de egoismo y otra tanta de menefreghismo, nos definimos como "ciudadanos del mundo"; la cultura se convierte en un texto que adaptamos a nuestro gusto, según nos guste y allá ellos que quieren encasillar todo y adiós a las etiquetas fáciles, tales como "liberal", "conservador", "cristiano", "intelectual", "rico", "preparado", porque de repente encuentras que la definición cambia según la confesión religiosa, intelectual, personal, cultural, ético-moral y familiar de cada uno.

Ser liberal en un contexto estadounidense puede significar ser un tanto conservador en Canadá, mientras los valores "liberales" para los coreanos pueden parecer rígidos y limitados para cualquier persona "del Occidente". En mi experiencia, las personas de fe no van a la iglesia, y las personas más interesadas en las iglesias no son religiosas (a lo mejor son gente "de fe") y hay personas que se declaran cristianos que son de las más superficiales e hipócritas. Otros lo son abiertamente y en eso son más consecuentes que los que rezan y traicionan.

Qué planeta, dice un colega de mi pareja: imagínense la actitud de aquellos que se plantean consumar todo lo que les sirva, y que se jodan los demás. Como si el planeta existiera sólo para nosotros, y nosotros tuviéramos todo el derecho y el deber de agotar los recursos naturales.

Otro que predicaba el profesionalismo y que era menos profesional que nosotros.

Otra que ha estudiado porque piensa que le gustaría decir que tiene una maestría en literatura italiana para que la gente quede impresionada por su intelecto y no por su minifalda y sus tacones altos.

Otro que es brillante y no pudo superar el trauma de haber suspendido sus exámenes de doctorado y que ha descartado sus años de estudio para fundar un negocio.

Otra que cambió de carrera por la presión de su maestra: o la carrera o la familia, pero no las dos cosas al mismo tiempo.

Otros que se enamoran y tienen una familia con apenas suficiente dinero para comer, pero con títulos, préstamos y sacrificios.

Otros que se hunden en la depresión por sentirse solos, muy solos.

Para ir al grano: no somos iguales. Y de serlo, se perdería toda esta confusión de diferencias, no se oirían las voces disidentes (a qué, quién sabe), no habría en medio del "heart of America" manifestaciones contra el gobierno y contra la guerra, no habría esta pluralidad intelectual, espiritual y cultural que hay en este pequeño pueblo universitario, donde somos todos ciudadanos del mundo en la tierra de nadie.

Y yo quisiera que todo el mundo --o al menos, todo el estado, para empezar-- fuera así.

jueves, mayo 3

Hapa stories and Urban mosaik

Éstos son los nuevos enlaces que he agregado a la lista de enlaces.
Hapa significa mitad asiático, mitad gringo, por así decirlo.
Se refiere a la mezcla de sangre, pero si me intereso por el tema, es que mi pareja no es asiático, por lo cual me estoy concientizando sobre las consecuencias de mis decisiones culturales y étnicas.
Además en los últimos 20 años, he oído de todo: una señora coreana le dijo a susurros a mi madre que "su hija no es típicamente coreana, es demasiado alta"; mis amigos se sorprendían al ver a mi familia y me decían: "es que nunca te habría ubicado en ese contexto", y algunas personas me preguntaban (será por mi estatura y mi modo de ser) si ambos padres eran coreanos o si uno de ellos era hispanohablante o quizás gringo.
No, señores, soy 100% coreana, aunque, por razones personales, me siento 50% coreana. Mi contexto coreano es tan limitado que ni siquiera hablo coreano con mis padres. Los coreanos de Corea reconocen de inmediato que no soy de allí, que hablo con acento rarillo, pero al menos lo hablo un poquito (la definición de lo cual se está reduciendo cada vez más).
Hapa stories, entonces, es mi refugio, para entender qué es lo que no aprendí al salir del contexto cultural de mis padres, para entender qué pasos esquivé y para apreciar lo que han sacrificado culturalmente.

La cultura no es una calle de sentido único.
Hay que mirar hacia atrás para seguir adelante, y hacer las paces con el pasado (es decir consigo mismo) para mantener un panorama amplio.

Me refiero sólo al panorama, como producto de observaciones, fenónemos extrapersonales y lo que está establecido dentro de cualquier dinámica cultural: en cuanto a lo que siento, y lo que pienso...son--y siempre han sido--otra cosa.

martes, abril 24

Halberstam

Hace unas semanas, mi novio y yo nos perdimos una oportunidad para asistir a una charla de David Halberstam, amigo cercano de unos amigos nuestros. De hecho, nuestra amiga me pidió sacar una foto de la marquesina del teatro donde el señor Halberstam iba a dar la charla, porque creía que le haría mucha gracia, sobre todo porque él no es así, me dijo, imaginándose la reacción de su amigo periodista al ver su nombre presentado con tanta gala. Aquel día estuve atareada, pero pasé varias veces en frente del teatro para cumplir lo prometido. Aparqué el coche y me paré en frente del teatro para hacer varias fotos de la marquesina, tratando de captar la composición justa para representar tanto la fachada del teatro como el nombre del periodista. Quién hubiera pensado que en un día tan nublado y gris, en medio del Midwest de EEUU, una charla de David Halberstam podría interesar a tantos estudiantes universitarios jóvenes con poca pinta intelectual y mucha cara de consentidos, muchos de los cuales no habrían venido a oír la charla si no hubiera sido por su profesor de la clase de periodismo, que les había prometido subir la nota tan sólo por asomarse al teatro. Por lo cual, mi novio y yo no pudimos entrar a ver al hombre cuyo nombre había protagonizado la lente de mi cámara fotográfica en la tarde.

Y ayer, como falleció en un accidente de coche, volvió a aparecer su nombre. Entonces, así fue que lo conocí, sólo de nombre. Algunos se quejaron de los estudiantes de periodismo que se preocupaban por una nota en clase en vez de interesarse por el tema de la guerra en Irák, pero creo que su profesor hizo bien en motivarles de esta manera. En cuanto a las fotos que hice, siento mucho la ausencia de una persona que no conocí en lo que fue su última visita a nuestro pueblo.

http://www.theglobeandmail.com/servlet/Page/document/video
/vs?id=RTGAM.20070424.wvhalber0424

viernes, abril 20

Terra de ninguém

El nombre de un grupo de jazz me hace pensar en la situación cultural de los asiáticos en Norteamérica. Por pura casualidad, cuando introduje este nombre en un banco de datos de nuestra biblioteca, apareció como título de un libro que trata justamente el tema de la inmigración asiática a EEUU. La cuestión de la inmigración y en particular de los asiáticos ha recibido mucha atención en la prensa últimamente, primero por lo acontecido en Milán y luego por la matanza en Virginia Tech.

Lo que ocurrió en Virginia Tech me duele porque entiendo perfectamente cómo habrá sufrido la familia de este joven. Ya en un principio, la inmigración, aún cuando es voluntaria (entre comillas), ocasiona conflictos y confusión culturales a veces de proporción trágica. En el caso de la cultura coreana, su historia ha influido en la retórica de la cultura que enfatiza el largo sufrimiento de su pueblo. Se siente este tono hasta en las conversaciones más inocentes, un tono sufrido, donde toda normalidad se tiñe por esa queja cultural interminable de sufrimiento indefinible. Un poco a lo europeo del este. O en la misma línea que el kvetch de los judíos.

El mismo pueblo coreano rechaza el hecho de que pueda haber irregularidades en la raza coreana. En una curiosa mezcla de puritanismo confuciano, se disimula lo que no se quiere ver, y se refuerzan siempre las jerarquías sociales fuertemente codificadas, en torno de las cuales gira toda la sociedad coreana. Es curioso ver las normas estrictas de conducta social en contraste con el temperamento fogoso de los coreanos. Detrás de la máscara impasible de los coreanos bulle una pasión desbordante. La violencia conceptual que encaran los inmigrantes se funde con la trágica distancia cultural de sus hijos, que a su vez, sufren la dolorosa incomprensión cultural, psicológica y lingüística o de sus padres o de sus compañeros. Los términos "compatriota", "nación" y "raza" se convierten en armas de doble filo, ya que colocan siempre a la segunda generación fuera de todo concepto unilateral. Tal enajenación desestabiliza toda base cultural que muchas veces sirve de andamio en la penosa transición de la infancia a la adolescencia. La pregunta "quién soy?" se bifurca constantemente y sigue vigente por toda la vida, en vez de limitarse a un momento pasajero y temporal.

Quiénes somos, al final? Somos productos de un doble sueño: el sueño coreano y el sueño americano. Nacimos en un país que no conocen a fondo nuestros padres y crecimos con los valores de un país que apenas conocemos, aunque poco importa esto, con todo lo que nos inculcaron nuestros padres. Somos más americanos --o en mi caso, canadiense-- de lo que sabemos, y cuando menos conviene, somos incluso más coreanos de lo que quisiéramos reconocer.

Y allí está el punto: la doble retórica coreana confuciana que juega con la realidad e invierte las correspondencias entre significado y significante. Algunos coreanos fueron citados en los periódicos diciendo que se avergonzaban de ser coreanos por lo que había sucedido en Virginia. Les traduzco esta frase en cristiano: "Estamos avergonzados de compartir características raciales con aquel asesino en este momento, porque nos ha herido fuertemente el orgullo al cometer un acto tan nefando. De haber tenido éxito en sus estudios o ganado un premio Nobel, seríamos eternamente agradecidos que uno de nosotros hubiera echado una luz positiva sobre nuestra nación." Puede sonar egoísta fuera de su contexto nacional, pero el orgullo es trascendental en la cultura coreana. Es cuestión de vida y muerte, de toda la nación y no de una sola persona.(1)

Esta mentalidad de grupo yo la entendía de joven, pero de otra manera. Si bien los coreanos se agrupan fuera de su país, es que se encuentran bien en un grupo, ya que perciben ser parte de una jerarquía. Este paradigma lo aplican a toda interacción social y a todo aspecto de su identidad. Cosa que me molestaba, ya que quería apartarme de aquellas personas que siempre se movían en un grupo y hablaban como un grupo, y subscribían las ideas que promovía el grupo.

La vergüenza que han expresado algunos coreanos será aún más intensa en el caso de los padres de Cho. No me imagino el profundo dolor --desde la perspectiva coreana-- de sus padres, que habrán sufrido la personalidad violenta de su hijo como un castigo (idea prevalente en la cultura coreana). Pero nadie habla de los padres. Son coreanos. Ya sabemos cómo son. No hablan el idioma de aquí. Son callados. No se integran a la sociedad de acá.

Pero yo sé que detrás de este muro de estereotipos, existe otro mundo con otra lengua que se habla con otro ritmo y que percibe la realidad con otras dimensiones que no se traducen ni en términos lingüísticos ni filosóficos. Y este conocimiento, aparte de la fácil retórica del panorama amplio cultural, es como un tigre salvaje absolutamente indomable.

A veces pienso que preferiría no conocerlo.

(1) Para una explicación del concepto coreano de la unidad colectiva, recomiendo este post.

viernes, abril 6

Mil gracias

Que entre llamadas perturbadoras y relojes atrasados,
una empieza a creer que el cielo es rojo,
el cartero un espía y la disertación
un cruel castigo por haber leído
textos abolidos cuatro siglos ha.

Pero lo mejor de sentir la voz de la razón
es que puedes tender tus fobias
a la luz del sol y atender tranquilamente
a los problemas teóricos
de un capítulo interminable,
hasta llegar a su punto final.

lunes, abril 2

Espejismos del olvido

Hoy en la reunión con la directora de mi tesis doctoral, ella me preguntó si alguien me había llamado durante la semana pasada, que era una chica que estaba interesada en hacer un doctorado en nuestro departamento y que quería trabajar sobre el tema de la música y el Siglo de Oro.

Jo', qué envidia, pensé, en uno de esos lapsos que te hacen olvidar del fragmento del capítulo que has entregado con títulos del tipo "contexto musical del poeta cordobés", "música, retórica, poesía".

En fin, ya no me reconozco a mí misma, lo cual será uno de los efectos de escribir una disertación sobre la música y el Siglo de Oro.

jueves, marzo 29

Talento y suerte

Donde vivo yo (a falta de otro verbo más descriptivo), hay un restaurante cuyo propietario sostiene los ideales del concepto culinario slow food, que surgió en respuesta a la rápida y preocupante difusión de las cadenas de comida rápida.

Qué suerte, entonces, si en la tarde en que vino una poetisa cuyo apellido significa "suerte" en alemán (la de El iris salvaje), nos encontramos justo en ese restaurante, del arriba mencionado propietario cuyo apellido se asemeja a la palabra "talento" en inglés.

Poesía "autobiográfica" (dirán algunos, a modo de criticar tanto los versos como a su autora) y gastronomía artística a base de ingredientes selectos...
no se podía pedir más en este pueblo donde vivo yo (a falta de otro término más preciso).

Enlaces interesantes:
http://www.slowfood.it
http://www.slowfoodbloomington.org

martes, marzo 27

Encantadísimo - un blog gastrónomico

Encantadísima, les presento el blog encantadísimo.
Ya no tengo más que decir sobre la gastronomía, este blog lo dice todo.

jueves, marzo 22

Cortázar

Introducing.....

The Rayuel-o-matic

Cuidado con los pop-ups.

miércoles, marzo 7

Un blog recomendado por un amigo

Aquí señalo un blog que me ha recomendado un amigo (como ya indicado en el título de este post): http://juliocesar.blogia.com/.
Como debería estar ocupándome de otra cosa y no del blog en este momento, interrumpo este post y vuelvo más tarde para 'hojear' las páginas del blog señalado. En concreto, se trata de un mareo repentino, así que ahora mismo apago el computador.

jueves, enero 4

Ishle Park - Korean American poet from New York

Trying this poem on for size: "Open Letter to the Girls of Soldiers", by Ishle Yi Park




Hello, you. Ladies turned
Lovely with longing.

I want to talk to you intimately –
About the shadow of war across your front lawn,
The hours spent captive in front of the tv,
The shape of your arms & his arm entwined
Like yellow ribbons in sleep.

At night you lay with the boy
Who plays soldier by day.
He has tousled your hair,
Perhaps cried into the sink of your collarbone,
You know his fumbling fingers,
The ox of his torso,
And you know
How desperately
He wants to be a hero.

The night is moonless in both countries,
Looted of its stars. Only your eyes, hard, unblinking.
There, bombs weep like thunder and bullets, like a hard, hard rain.

I will not ask you to cry
For other women, turning in bed,
Craving the almond scent
Of their own men,
Throwing prayers
At a noiseless, foreign god,

Your sadness has its own small orbit –
One man, marching out like an ant
With his tiny helmet
Into a horizon of bleak, orange dust,
Into a land where his tongue is dust,
Where the planes and the motives
Of his home country
Fly miles over his head. He is there
To follow orders, to be a hero, to try to be a good man.

What can we do then?
I ask you, with empty hands.
I speak to you, as a woman
Who also loves a boy soldier, a boy man.

What can we do then?
We who wait like pebbles – small, hard, shining,
We whose mouths
Stay speechless as ripped pages,
When all we want to say is –
Undo the yellow ribbons
And the lust for larger freedoms
Or kingdoms – stop the failed war
And bring us back our beautiful, flailing men,

Before our lives spilt apart like frayed rope,
Before war invades the fragile country of our bed.

Maybe at night
We should coax a rebellion,
Whisper to him to shoot in the wrong direction,
Hide under covers –

Tell him:
There is no wind & song
When you die a young legend.

Yes, this is a love poem
Tucked inside a war poem

For women, left with love bites,
Bruises, roses, babies, and longing stretched longer than any flag.
For men, who tuck our best wallet-sized pictures
Under their heads, to angel them, to soak in all of their untold dreams.

For lovers,
Who loose letters like paper doves
Over oceans in a wide, white arc, to land safely in a lover’s palms –
Words on wings, trembling, and waiting to be
Unfolded.