Chopin sabía de perfumes, estoy segura de que sabía de perfumes. Sus melodías lo atestan. A veces me cansa que llorara eternamente un amor no correspondido o bien los amores que lo agotaban; sus acordes que hacen todo por demostrar que no era impotente (eh, eh, éstas son suposiciones hipotéticas, nada más), sus gestos de heroe, ora frágil y devorado por el tuberculosis, ora divinamente lírico y contemplativo ante un reflejo de oro en sus propias lágrimas. Chopin, en sus obras de madurez (en términos relativos), se entregaba a la técnica que parece dominar a los compositores en esa fase: el contrapunto. Y por medio del mismo me escapo un momento de un compositor que, si lo critico no es que lo quiera menos....no, no; ni siquiera es crítica. Es el reconocimiento de mi propio reflejo; a veces me he perdido en la admiración asombrosa de una melodía que traducía mis sentimientos, que me comunicaba ideas, pensamientos, recuerdos lejanos y sensaciones físicas de una persona que una vez lloró sus canciones, que cantaba su llanto...y se desvaneció. Su música es como el perfume de su existencia, que me perdonen estos símiles gastados y banales...
Bach, en cambio, es pura matemática. Es decir, que tocar su música es como solucionar problemas de la matemática. Uno no puede tocarla sin haber estudiado la duración precisa de las notas, el número exacto de compases; no se puede salir de la línea. No se trata de la precisión humana, sino de la menuda pequeñez del ser humano frente al perfecto diseño de un universo continuo y eterno de todas las épocas, que fluye desde el origen hasta el fin, que en esa continuidad es, al mismo tiempo, el mismo origen. No bromeo, ni deliro, ni pretendo ser capaz de describir la sensación de "tocar" bien una fuga de Bach. Uno no está tocando en ese momento, es como si la fuga saliera por sí misma. Cada nota procede a la próxima de manera tan fluida que uno ni siquiera percibe los cambios de tono. Es arquitectura, pero arquitectura que imita las esferas y que te abre lo más íntimo de tu alma hasta hacerte perder el sentido del tiempo. Uno deja de respirar conscientemente y sólo es cuestión de sentir el entrar y salir del aire de los pulmones...y no se puede caer en la tentación de "tocar bien" o "tocar mejor"...porque una fuga de Bach nos enseña que todo comienza antes de nosotros y continúa después de nosotros.
Por eso que no soporto que la gente me diga (con esa sonrisita) que la música clásica "is so relaxing". Y yo que no puedo hacer nada cuando escucho la música de Bach, que pierdo la capacidad de hacer nada cuando siento cómo una como Martha Argerich arranca de mis manos todo lo que yo sabía de mis diez dedos, de las teclas--por lo que me enseñaron, entendí que las había de dos colores diferentes, pero hay que ver cómo se trastorna todo en manos de ella--y me deja sin aliento, me desespera, me deja burlada, y como la buena demonia que es, se burla de todos que pretendan profesar algo de amor por la música y sobre todo, por ella.
Y si ahora escribo estas cosas, es que no supe hacerlo en su momento.
En aquel momento, lo que habría dado yo por saber aún menos.
3 comentarios:
(Oui, c'est moi, Anonymour, encore une autre fois!)
Siempre en el momento en que nos exige una contestacion, nos sentimos puestos en evidencia y no nos sale una contestacion que realmente exprese lo que sabemos o que sabemos que sentimos. Lo mismo me paso una vez antanno, y ahora se como deberia haber contestado. Lo importante, quizas, no es que no hayas podido describirlo antes, sino que te ha hecho pensarlo hasta que finalmente has podido poner en palabras como la musica te hace sentir, cosa que muchos han intentado, pero con mucho el exito inferior al que tu acabas de lograr con tus descripciones. (A propos, le paquet envoye m'est arrive hier. Merci milles fois!)
Ahora bien, otro tema que expresaste que me llama mucho la atencion es cuando escribes: "una vez lloró sus canciones, que cantaba su llanto...y se desvaneció". Una imagen muy romatica. Pero te digo que despues de tantas desapariciones, quiero que se nos ensenna como permanecer, como ser fuertes y hacer reales nuestras presencias y nuestras ideas efimeras ...
Gracias, Anonymour.
Whew, me alegra saber que te llegaron los artículos. Y todos vestidos en modo carnavalesco....ijiji, no te preocupes, aquí te espera un regalo real.
Hoy con migraña, no poder escribir, deber bajar ahora mismo para tomar algo, te agradecer yo por tu gentileza, gracias tú verri verri mucho.
Hasta prontito,
Mango.
Aunque no entiendo apenas de música,me ha encantado tu descripción y diferenciación de la música de los compositores,has logrado explicar de un modo delicioso y a la vez sencillo esa diferencia.Muchos besitos.
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