domingo, diciembre 26

Las tonadillas de Enrique Granados (1867-1916)

Todo esto empezó hace siete años, cuando me aprendí "El tra la la y el punteado" de Granados. No me di cuenta de que había pasado tanto tiempo, y en tanto había estudiado también el "Allegro de concierto" y "La maja y el ruiseñor", para piano. Al principio, todo me sonaba como una variación de Chopin, pero luego, poco a poco se me fue esclareciendo la cosa: el lenguaje de Granados es el de uno que canta el amor en toda su gloria, en toda su desdicha, para luego arrojarse al mar para salvarlo en medio del naufragio. Chopin, por su parte, imitaba el canto de la muchacha de la que se había enamorado a los diecinueve años, que cantaba ópera. Por eso que en sus melodías se perciben los rastros de la voz feminina, trazada en los tercios del estilo de la ópera italiana. Granados, por otro lado, murió tratando de salvar a su esposa cuando el barco en que viajaban fue torpedeado.

No hay duda de que me han servido los años de estudiar literatura hispánica para que yo comprenda mejor el lenguaje de Granados. A "El tra la la" puedo agregar "El majo discreto", cuya letra canté por meses sin darme cuenta de lo que decía, que en vez de "quien a mano ve", la letra decía "quien ama no ve". Casualidad puntual, diría yo. Y para rematar, concluiré con la letra de "El majo tímido":

Llega a mi reja y me mira por la noche un majo,
que en cuanto me ve y suspira se va calle abajo,
¡Ay! Qué tío más tardío,
Si así se pasa la vida,
Estoy divertida.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, lo de que quien a mano ve y el termino descabezado me parece el mismo problema, y, si me apuras, todo se encuentra en un misterio semejante al del palíndromo, a cuya familia pertenecen también el calambur y la paronomasia. Lo que más me preocupa de todo esto, en realidad, es el oxímoron que contiene lo del majo discreto. Dicho de otro modo, está nevando. Lo cual no deja de tener mérito en una terraza fluvial como esta en la que vive Zerlina. Besos, Srta. Park.

MR dijo...

Nada de calambures ni paranomasia: sólo calambres y paranoia, pero ya todo pasó. Al final, vos diste (en honor al argentino en residence que termino descabezado) en el clavo. Aquí ni majos ni discretos; si allí llueve, aquí nieva y en la nieve se perfilan las huellas de hijos buenos de buena estirpe y tal, pero ninguno que hable mi idioma, ni que sea de la misma cultura, por más que se entiendan nuestros padres. Mis disfraces me descubren. Problemas de la écriture. Ah, problemas, no; mejor dicho, curiosidades. Por eso es que escribo. Por eso que me seduce tanto lo escrito. (sigh) Besos a tí, Sta. Zerlina, jeje.

MR dijo...

es decir....Srta. Zerlina...

MR dijo...

Coño, has dicho 'fluvial' y no 'lluvial'. Bueno, entonces todo lo que escribí se puede descartar muy elegantemente.

Y yo que me quejo de discrepancias lingüísticas!