miércoles, marzo 5

Resolución tardía

Me di cuenta de que llevo tanto tiempo investigando opciones para las sobrinas italianas y amigas italófilas de sobrinas italianas(en realidad una amiga de una sobrina), que he perdido de vista mis propios sueños, que poco a poco estoy recuperando a través de este blog; es decir, realizar un viaje de más de un mes en un país de habla hispana. Las largas estancias en Italia no me molestan para nada, pero cada año me llevan más cerca y más lejos de un sueño que nació del capricho de mi padre al ponerme un nombre hispano. Y en cierto sentido, la globalización nos permite explorar mundos ajenos, de modo que podemos dejarnos llevar por las características culturales que más encanto tienen para nuestras sensibilidades.

Mi marido declara perplejo que nunca me ha oído hablar coreano, y es que para mí se ha convertido en lenguaje secreto de mi pasado. En otros tiempos, quizás no habría habido ocasión para esta fragmentación lingüística y cultural--por ejemplo, si mis padres se hubieran quedado en Corea y si yo hubiera crecido allí. Pero de alguna parte he heredado esta curiosidad cultural y el deseo de conocer otros mundos.

Quizás a medida que lo innato vaya desfamiliarizándose, se hará de nuevo objeto de mi curiosidad. En tanto, estoy decidida a enseñar a la futura generación todo lo que conozco de mi lengua madre, aún cuando las lenguas que se oirán con más frecuencia en nuestra casa serán el español, el italiano y, obviamente, el inglés.

Pero basta ya de hablar. ¡Todos a comer, que ya es la hora del almuerzo!

5 comentarios:

Homeronica dijo...

Me alegra mucho que vayas resolviendo tu relación con los visitantes. En relación a tus propósitos me parece una excelente idea: el viajar por otros mundos y el de dar a conocer tu lengua madre. Fijate que hace muchos años quedé impresionado en la Mina Rosita; un pueblo enterrado en la zona nor-este de Nicaragua como un señor chino regañaba a sus hijos en su lengua (chino cantonés)por hablar en español cuando estaban sentado en la mesa de comer. Yo por supuesto no hablo chino; el me explicó en español que quería enseñarles a sus hijos a sentirse orgullosos de sus orígenes y de su lengua materna. Un beso amiga. H.

Desde mi Atalaya dijo...

Anita, guapa, uno nunca se desprende de sus raices, es lo mas fuerte que, creo yo, uno lleva en la vida. Te cuento que he viajado mucho, la vida me ha dado esa oportunidad, y siempre le estare agradecida por ello, tu mundo se abre al conocer nuevas culturas, incluso las cercanas, siempre tienen sus diferencias.
Si alguna vez te animas a dar una vuelta por Peru, me tienes a tu disposicion.

Un abrazo fuerte,

Soraya

Desde mi Atalaya dijo...

Pasaba a verte, te dejo un abrazo.

Soraya

Imma Fita Payes - Cocinitas dijo...

hoolaaaaaaa saluditoa , y besos

Paola R. dijo...

Hola Mango Rojo.
No importa de donde somos o a donde nos vamos, lo importante es que todos somos parte de este mundo..
es cierto nuestras raíces están en ciertas tierras, pero las hojas pueden volar a donde sea.
Saludos!