sábado, mayo 12

Cerrado por vacaciones


Se me había olvidado lo fácil que es poner fotos en este blog. Buenas vacaciones.

miércoles, mayo 9

Para ir al grano

Nunca quise contemplar mi incómoda situación bicultural a través de otros puntos de vista extranjeros. Es que estando en un contexto internacional y selecto, puedo decir que para mí es normal que una coreana enseñe literatura rusa lo mismo que lengua y cultura hispanas, que venga al cafezinho un libanés armeniano trilingue y que la hija de una amiga nazca en Brasil para luego crecer en Italia, y que nuestro amigo italiano hable portugués continental porque una vez enseñó en un conservatorio en Portugal.

La variedad de materias corresponde también a esta diversidad cultural: informática, literatura, ciencias naturales, música, administración de empresa, y todos estos intereses importan poco cuando nos reunimos con copas y buena comida.

No es, sin embargo, un Edén, o como dicen en italiano, una "cuccagna", este ambiente multicultural y multidisciplinario. Estamos, al fin y al cabo, en la zona de los fanáticos de lo que llamaría el papa actual 'sectas' y un fundamentalismo que contrasta con el hedonismo desfrenado de los estudiantes universitarios. Estamos hablando de un mundo que pide etiquetas como parte del proceso positivista de catalogar todos sus virtudes y defectos. Como si se pudiera separar lo bueno de lo malo con tan sólo asignarles a las cosas un término.

Entonces, con una dosis de egoismo y otra tanta de menefreghismo, nos definimos como "ciudadanos del mundo"; la cultura se convierte en un texto que adaptamos a nuestro gusto, según nos guste y allá ellos que quieren encasillar todo y adiós a las etiquetas fáciles, tales como "liberal", "conservador", "cristiano", "intelectual", "rico", "preparado", porque de repente encuentras que la definición cambia según la confesión religiosa, intelectual, personal, cultural, ético-moral y familiar de cada uno.

Ser liberal en un contexto estadounidense puede significar ser un tanto conservador en Canadá, mientras los valores "liberales" para los coreanos pueden parecer rígidos y limitados para cualquier persona "del Occidente". En mi experiencia, las personas de fe no van a la iglesia, y las personas más interesadas en las iglesias no son religiosas (a lo mejor son gente "de fe") y hay personas que se declaran cristianos que son de las más superficiales e hipócritas. Otros lo son abiertamente y en eso son más consecuentes que los que rezan y traicionan.

Qué planeta, dice un colega de mi pareja: imagínense la actitud de aquellos que se plantean consumar todo lo que les sirva, y que se jodan los demás. Como si el planeta existiera sólo para nosotros, y nosotros tuviéramos todo el derecho y el deber de agotar los recursos naturales.

Otro que predicaba el profesionalismo y que era menos profesional que nosotros.

Otra que ha estudiado porque piensa que le gustaría decir que tiene una maestría en literatura italiana para que la gente quede impresionada por su intelecto y no por su minifalda y sus tacones altos.

Otro que es brillante y no pudo superar el trauma de haber suspendido sus exámenes de doctorado y que ha descartado sus años de estudio para fundar un negocio.

Otra que cambió de carrera por la presión de su maestra: o la carrera o la familia, pero no las dos cosas al mismo tiempo.

Otros que se enamoran y tienen una familia con apenas suficiente dinero para comer, pero con títulos, préstamos y sacrificios.

Otros que se hunden en la depresión por sentirse solos, muy solos.

Para ir al grano: no somos iguales. Y de serlo, se perdería toda esta confusión de diferencias, no se oirían las voces disidentes (a qué, quién sabe), no habría en medio del "heart of America" manifestaciones contra el gobierno y contra la guerra, no habría esta pluralidad intelectual, espiritual y cultural que hay en este pequeño pueblo universitario, donde somos todos ciudadanos del mundo en la tierra de nadie.

Y yo quisiera que todo el mundo --o al menos, todo el estado, para empezar-- fuera así.

jueves, mayo 3

Hapa stories and Urban mosaik

Éstos son los nuevos enlaces que he agregado a la lista de enlaces.
Hapa significa mitad asiático, mitad gringo, por así decirlo.
Se refiere a la mezcla de sangre, pero si me intereso por el tema, es que mi pareja no es asiático, por lo cual me estoy concientizando sobre las consecuencias de mis decisiones culturales y étnicas.
Además en los últimos 20 años, he oído de todo: una señora coreana le dijo a susurros a mi madre que "su hija no es típicamente coreana, es demasiado alta"; mis amigos se sorprendían al ver a mi familia y me decían: "es que nunca te habría ubicado en ese contexto", y algunas personas me preguntaban (será por mi estatura y mi modo de ser) si ambos padres eran coreanos o si uno de ellos era hispanohablante o quizás gringo.
No, señores, soy 100% coreana, aunque, por razones personales, me siento 50% coreana. Mi contexto coreano es tan limitado que ni siquiera hablo coreano con mis padres. Los coreanos de Corea reconocen de inmediato que no soy de allí, que hablo con acento rarillo, pero al menos lo hablo un poquito (la definición de lo cual se está reduciendo cada vez más).
Hapa stories, entonces, es mi refugio, para entender qué es lo que no aprendí al salir del contexto cultural de mis padres, para entender qué pasos esquivé y para apreciar lo que han sacrificado culturalmente.

La cultura no es una calle de sentido único.
Hay que mirar hacia atrás para seguir adelante, y hacer las paces con el pasado (es decir consigo mismo) para mantener un panorama amplio.

Me refiero sólo al panorama, como producto de observaciones, fenónemos extrapersonales y lo que está establecido dentro de cualquier dinámica cultural: en cuanto a lo que siento, y lo que pienso...son--y siempre han sido--otra cosa.